1996
Despu�s de tres semanas y media de viajar a trav�s de EE.UU., finalmente llegu� de regreso a casa. Nada fuera de lo com�n, aparte de estar un poco cansado. Para mi sorpresa, y tambi�n de mi familia, el d�a de Halloween mientras est�bamos de compras en un supermercado vecino, se me cort� la respiraci�n. Los ni�os estaban alarmados y me llevaron a la sala de emergencia. Al poco rato yo estaba en cama en un hospital. Seg�n lo que dijeron los doctores, yo estaba casi muerto, habiendo un diagn�stico detr�s de otro que confirmaba sus sopechas. Ahora me doy cuenta que, de no haber sido por la intervenci�n de Dios, hoy yo no estar�a vivo. La raz�n por la cual todav�a estoy entre ustedes es que Dios todav�a me necesita. El plan de Satan�s era terminar con mi vida. Esto me fue mostrado numerosas veces mientras estaba en el hospital. Sin importar cu�n mal me sintiera yo en mi cuerpo, yo estuve siempre en conocimiento de todo lo que suced�a en torno a m�. Mientras yo estaba habl�ndole a uno de mis nietos que se quedaba conmigo, repentinamente vi una gran bestia aparecer en la entrada de mi dormitorio. Salt� hacia m� con sus mand�bulas abiertas, listo para despedazarme. Parec�a un oso cubierto de piel de leopardo. Era lo suficientemente grande para que yo pudiera pararme completamente erguido dentro de sus mand�bulas. Entonces, desde mi derecha, apareci� un hombre vestido de blanco con una espada en su mano. El hundi� su espada en la bestia, diciendo: "Basta. No te est� permitido da�arlo." Esto me fue mostrado tres veces, y me aterroriz�. Con todo, yo sab�a que alguien estaba all� para protegerme.