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La Bestia Ataca

Enero 21, 1995

(El hermano Duduman estaba esta vez en Rumania)

Me qued� dormido a eso de la medianoche.  Como a las 2:00 am o� una fuerte voz dici�ndome: "Dumitru!  Despierta!  Debo mostrarte algo!"  Aunque yo estaba enfermo, me puse en pie sin entender que estaba despierto.  Entonces me di cuenta que ni siquiera estaba en Rumania.  Me ve�a a m� mismo en Am�rica.

Una potente voz me habl� con severidad: "�Por qu� has ca�do en el desaliento?  �Por qu� trataste de cuestionar a Dios, pensando en tu coraz�n que yo te he dejado?  �Por qu� guardas tanta tristeza en tu coraz�n, y un luto tan grande porque me llev� a tu esposa?  �Por qu� te has permitido a ti mismo caer en el des�nimo para que ya no puedas trabajar por m� como lo has hecho hasta ahora?  Es por esto que he venido a ti, para mostrarte una revelaci�n, la cual t� debes contarle al pueblo americano."

La voz retumb� hacia m�, dici�ndome que mirara a mi derecha.  Yo estaba despierto, no durmiendo.  Estaba de pie, y gir� mi cabeza como se me orden�.  Cuando mir�, yo vi que hab�a una gran bandada de p�jaros negros con picos muy agudos y extensos.  De los picos sal�a una luz enceguecedora que usted apenas pod�a mirar.  Desde sus colas vi llamas de fuego siendo despedidas.  Me dio mucho temor.  Me frot� los ojos, pensando que estaba dormido y so�ando.  Pero no estaba ni dormido ni so�ando.

Esta bandada de p�jaros de pronto se convirti� en aviones que no hac�an ruido alguno.  Aviones americanos tomaron altura, tratando de atacar.  Pero cuando se acercaban, ellos cayeron a tierra envueltos en llamas.

Una vez m�s yo escuch� la voz, pero no pude ver qui�n estaba habl�ndome.  La voz dijo: "Mira m�s arriba que los aviones negros."  Cuando yo mir� por encima de los aviones, vi un helic�ptero que sobrevolaba arriba de ellos.  Por el costado del helic�ptero hab�a una pasarela, como en un barco, donde hab�a soldados en formaci�n vestidos de negro, todos igualmente armados, y m�s o menos de una misma estatura.  Desde el centro del helic�ptero comenz� a levantarse una plataforma.  Se levant� m�s alto que el helic�ptero mismo.

Sobre la plataforma hab�a un trono.  El Papa estaba en el trono, gritando con fuerte voz: "Se me ha dado el poder de gobernar la tierra y de combatir contra los protestantes, para que yo pueda tomarlos por sorpresa.

Mientras yo lo observaba con terror y temor, porque �l estaba rodeado por una poderosa fuerza formada por aviones y personal, repentinamente una nube blanca apareci� y los cubri�, as� que ya no pude ver nada m�s.  De en medio de la nube blanca sali� un hombre vestido de ropas resplandecientes, llevando una brillante corona sobre su cabeza.  El me habl�.  Su voz sonaba como trueno,  Cuando yo o� su voz ca� al suelo.

El dijo: "Recuerda todo lo que t� has o�do, todo lo que has visto, y todo lo que oir�s.  Dile a mi pueblo, porque una vez m�s yo quiero trabajar contigo m�s que lo que hice antes.  Los ej�rcitos, y los aviones que t� viste, y la Bestia que se sentaba sobre el helic�ptero, esos son los poderes cat�licos que tomar�n por sorpresa a los santos, para que puedan llegar a suceder las palabras profetizadas en el libro de Apocalipsis.  Una mayor�a de mi pueblo ser� tomada por sorpresa y pisoteada porque sus vidas no son limpias delante de su Se�or.  Diles a ellos este mensaje!  No te quedes callado!  Porque si t� guardas silencio, yo te castigar�!  Las iglesias son fraudulentas (fingidas, impostoras).  Ellas viven una vida seg�n el deseo de su coraz�n, con sus manos manchadas con sangre, con adulterio, son sodom�a, y adorando dioses ajenos y extranjeros.  A causa de que ellos han abandonado el Dios verdadero, �l les ha permitido que ellos contin�en seg�n el deseo de sus corazones.  Ahora, diles!  Gr�talo fuerte!  Diles que cesen de andar por el camino de los desos de su coraz�n, que se arrepientan con todo su coraz�n, para que en el d�a de la furia de la Bestia yo pueda salvarles, de modo que ellos no me nieguen.  Queda poco tiempo, y el ej�rcito de su salvaci�n est� ya preparado.

Nuevamente �l me habl�: "Mira a tu derecha."  Cuando yo mir�, vi un ej�rcito tan extenso que mi vista no pod�a abarcarlo.  "Este es el ej�rcito que yo he preparado para salvar a mi pueblo del alcance de la Bestia.  No olvides contarles las palabras que te he contado.  Yo te dar� un esp�ritu para recordar."  La voz continu� habl�ndome: "Yo vendr� y te traer� m�s revelaciones acerca de los tiempos del fin."

Entonces de nuevo yo o� un trueno.  Entonces la nube blanca y el ser desaparecieron.  Yo estaba tan aterrorizado que fui incapaz de dormir por el resto de la noche.

Tomado de: 
Dreams and Visions From God
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